
Desde el primer tema, Puñito de Yocahú, García establece un tono de introspección y orgullo. Con ritmos envolventes y una instrumentación cargada de percusión autóctona, esta canción evoca una fuerza ancestral y espiritual que atraviesa todo el álbum.
En Quisqueya, el cantautor rinde homenaje a la isla como territorio, como madre, como símbolo. Es un tema que mezcla nostalgia con celebración, y su melodía vibrante se apoya en el perico ripiao como base rítmica.
Abusadora introduce una energía más urbana y desenfadada, con tintes de merengue de calle y una letra que alterna entre lo romántico y lo picaresco. Luego, El Huracán cambia el tono: es una pieza introspectiva y poderosa, que transmite caos emocional mediante un crescendo instrumental magistralmente trabajado.
Mambo Violento es una explosión de ritmo y actitud: una propuesta que mezcla el mambo tradicional con beats contemporáneos para provocar el cuerpo. En contraste, Buscar Otra Cosa ofrece una mirada reflexiva, casi existencial, con una mezcla de góspel y bolero, donde García canta al deseo de transformación interior.
En Lío en el Batey, Vicente recupera la vida rural dominicana, haciendo crónica sonora del trabajo, el conflicto y la resistencia en las comunidades agrícolas. Bajo el Flamboyán, por otro lado, es una balada delicada, cargada de imágenes poéticas, donde la naturaleza se convierte en testigo del amor y del tiempo que pasa.
Voy en Coche representa una pausa lúdica y desenfadada: un tema que captura la ligereza de los trayectos cotidianos y la alegría de lo simple. Boca e’ Nigua retoma la tradición oral dominicana y la reinterpreta con arreglos modernos, creando una fusión de bachata y percusión africana que suena a pasado y a presente a la vez.
Con Ningún Ningún, García rompe esquemas. Es un tema que habla de la autonomía creativa, de no pertenecer a nada más que a uno mismo. Coger el Monte, en cambio, sugiere la necesidad de desconectar, de huir del ruido, de encontrar paz en el campo y en la soledad fértil de la tierra.
El cierre llega con Amar en el Yuna, una canción íntima que toma el río como metáfora del amor duradero y silencioso. Es un bolero acuático, lleno de dulzura y contemplación.
Con esta producción, Vicente García confirma su lugar como uno de los artistas más innovadores del Caribe. Puñito de Yocahú no es solo un disco: es una declaración de identidad. Una obra que combina lo local y lo universal, lo antiguo y lo nuevo, en un lenguaje sonoro que atraviesa generaciones y fronteras.
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